por Joan Carles Martorell - 0 comentarios - festival audiovisual - 12/04/2007 - enlace
Pedro Jiménez montó, con diecisiete años de edad y junto a Juan Jiménez, la primera edición (1999) del festival audiovisual Zemos98. Desde entonces ha llovido mucho y, a día de hoy, el festival parece estar en su mejor momento.
Hablar con él no es tarea fácil, es uno de los hombres más ocupados de Sevilla... Sabe tantas cosas que las grandes empresas de comunicación de este país deberían pelearse para tenerle en su plantilla de expertos. Pero no. Él –junto a Felipe G. Gil, Rubén Díaz y el citado Juan Jiménez– está detrás del Zemos98, uno de los proyectos audiovisuales más apasionantes del panorama.
Esta entrevista complementa a la crónica recién publicada sobre la novena edición del festival.
JC: Nueve años coordinando el festival. ¿Todavía aguantas?
P: Y cada año es una cosa nueva diferente, claro que aguanto... en estos nueve años y los que me echen. Zemos98 es para mí, y para todos los que estamos aquí, algo más que en un trabajo o una propuesta cultural. Empezó con esa idea de, no sé, generosidad, o incluso de utopía, y esa fuerza es quizás nuestra principal baza de cara al futuro. Pero por otro lado, si Zemos98 sigue existiendo es porque algunos de los que estamos detrás podemos o hemos sabido emprender una aventura económica muy diferente a la que le vio nacer.
JC: En cada edición el Zemos98 experimenta un paso importante en relación al año anterior. Más recursos, más invitados, más trascendencia. ¿Tenéis alguna meta?
P: No son tantos recursos, y a veces la trascendencia es difícil de medir. Este año hemos encontrado algunos problemas, algunos fallos, el objetivo es seguir mejorando esas otras cosas que pasan por dentro. De cara al exterior creo que lo importante ahora es saber mostrar estos diez años de festival que se van a cumplir. Y sí, tenemos algunas metas. Por ejemplo a nivel de nombres que nos gustaría que visitaran Sevilla, o sobre todo echar a andar definitivamente proyectos como la Zemos98.tv o la digitalización de toda nuestra videoteca.
JC: El teatro de la Alameda se os ha quedado pequeño. ¿Vais a mudaros?
P: Pues queremos hacerlo. Aunque Zemos98 no es un festival de masas, sí queremos usar otros espacios más grandes que podrían acoger perfectamente nuestra propuesta. De momento no tenemos nada claro. Éste ha sido quizás el principal problema de este año, que hemos tenido problemas de aforo en los conciertos del sábado y domingo.
JC: En su día remarcasteis que, pese a multidisciplinariedad del festival, la sección oficial de cortometrajes es la actividad más importante del certamen. ¿Qué balance sacas de la selección de este año?
P: Pues yo estoy contento, porque la cantidad de material (setecientos vídeos en menos tiempo de "recolección") nos permite conocer a fondo cierto tipo de contenidos o de discursos audiovisuales que se van conformando a lo largo y ancho de los países que vamos recibiendo material. Para nosotros sigue siendo una actividad fundamental y por eso el balance es positivo. Este año, además, hemos podido traer a todos los creadores a Sevilla, se han encontrado y han hablado entre ellos, quizás una de las mejores cosas que han pasado en esta edición.
JC: ¿Cómo funciona el comité de selección?
P: Pues hay un núcleo que ve todo el material en intervalos. Es decir, procuramos no ver más de dos horas seguidas de vídeos. Y luego, conforme vamos viendo, decidimos rápidamente algunas categorías que nos permiten hacer un segundo visionado. Después, en un par de sesiones de trabajo complejo, sale la selección final de las pantallas paralelas, de la sección oficial y demás. Ahí entran en juego la experiencia de las personas que llevamos viendo estos vídeos desde hace algunos años... y todo el bagaje que ello conlleva.
JC:¿Qué tan dispar es la línea editorial del comité de selección con lo que luego público acaba votando?
P: Pues el público nos va sorprendiendo año tras año, sabes que hay cosas que el público va a votar irremediablemente. Son obras que de por sí, en un primer visionado, sabes que tienen una conexión más directa con el espectador, ya sea por el humor o por cánones más clásicos. Pero digo que el público nos sorprende porque coincidimos en muchas piezas que son más difíciles o que apuestan más por lo arriesgado. Sólo hay que echarle un vistazo a algunos vídeos que componen nuestros DVD. Yo creo que el público ha aprendido a ver en Zemos98 cosas dispares... Aun así, siempre tenemos a la gente que más bien nos mira con cara de "estáis locos", pero eso nos hace felices... y que cada uno mida su calidad como quiera. Siempre me ocurre lo mismo cada año, hay gente que dice que el primer día es más flojo que el segundo y gente que dice que el segundo fue más flojo que el primero. En todo caso, no tenemos muchos elementos para "conocer" a la audiencia, yo creo que para el próximo año ponemos una encuesta cualitativa con muchas preguntas a desarrollar... Es broma. Yo creo que el público madura pero la verdad es que tampoco podemos valorar al sujeto "público" año a año porque no siempre es el mismo y en definitiva sólo sabemos que marcan una X.
JC: Apostáis fuerte por los VJ’s (Greenaway, DJ Spooky, Eclectic Method, Coldcut). ¿Por qué?
P: Es curioso, sí, porque Greenaway es director de cine y pintor, Spooky es músico y filósofo, Eclectic Method han sacado un DVD titulado ’We Are Not Vj’s’ y Coldcut son un grupo de música y audiovisuales... quiero decir que nos atraen los conciertos audiovisuales, nos parece que encajan perfectamente en nuestra forma de percibir el espacio de programación que tenemos para Sevilla. Buscamos proyectos que se planteen dudas, ya sean técnicas o discursivas, pero que planteen formas diferentes. Nos interesa mucho la idea de la remezcla. Ya tenemos claro que vivimos dentro de imágenes, que la cultura y la vida no son más que eso: imágenes. Qué mejor que poner un VJ sobre un mixer de vídeo y un portátil para que de/re/construya la realidad en la que nos movemos. Pero nos interesan sobre todo los discursos, y lo sonoro también es muy importante en Zemos98.
JC: Vivimos en un país con bastantes prejuicios y tabúes en torno a la rentabilidad económica de la cultura. ¿Merchandising en el Zemos98?
P: Por supuesto, la cultura no es gratis. Y poco a poco intentamos que el festival vaya generando su propia economía autosuficiente. Pero tenemos muy claro que el dinero público que recibimos es también un dinero nuestro, es un dinero de todos, y lo intentamos gestionar de la mejor manera que sabemos. Quiero decir que no es un trauma para el festival el que la cantidad de recursos propios a nivel económico sea de un diez por ciento únicamente. Este año hemos planteado esa contradicción porque además nos ha patrocinado la ropa Lois y estamos muy contentos con el resultado, hemos hecho mucho más dinero que otros años y el mensaje creemos que ha calado, ahora tiene que empezar a funcionar a través de la venta por internet. Ya veremos. De todos modos, en breve haremos público el presupuesto general de Zemos98, que aún hoy, se está cerrando, y entonces podremos valorar también cómo hacer esto mejor. A las instituciones públicas, además de agradecer el apoyo, lo que les vamos a pedir es que el trabajo no sea año a año sino que poco a poco podamos marcar convenios de actuación generales en el que el festival vaya rodando mejor... Eso aún hoy no lo hemos conseguido. En todo caso los recursos propios están ahí a modo de trabajo diario, veinticinco horas al día. Quiero decir que el equipo de producción de Zemos98, que durante el festival puede estar en torno a las veinte personas, trabaja mucho más de lo que cobra. Eso podemos seguir haciéndolo, pero realmente no es algo que nos enorgullezca. Lo ideal será cuando podamos pagar sueldos en condiciones y todos esos perejiles de la sostenibilidad y rentabilidad económica de los proyectos de gestión cultural.
JC: Me fascina vuestra rutina de trabajo horizontal. Un festival con cuatro "jefes". ¿Cómo es posible?
P: Porque la horizontalidad la entendemos de una manera muy transversal, porque asumimos en nuestra forma de trabajo la forma de trabajo que genera la red internet, y porque definitivamente nuestros egos no son nada sin el de nuestros compañeros. Vivimos muchas horas juntos, hay tensiones, hay diversidad de opiniones, disputas, pero también hay entendimiento mutuo, críticas constructivas, amistad y sobre todo que creo que somos bastante complementarios. En realidad no asumimos el rol de "jefe" frente a nadie, sí podemos ser más visibles o tener más tareas pero creemos firmemente en el trabajo en equipo y en nuestra propia red de trabajo (listas de correo, wiki, spip) está sustentada nuestra capacidad. Es difícil explicarlo, pero la verdad es que, cuando iniciamos esto de montar una empresa que sustentase el festival y demás, teníamos claro que las responsabilidades se asumen de manera colectiva.
(fotografía de Comcinco)